Arlequin
Arlequín de capa y sol de
primavera su vestido es de hojas y pantalón de rayas, que caminaba con copa de
estrellas con su gorro que era de un mago donde sacaba conejos o aves para
mandar un mensaje pero también sacaba su ángel que era un cóndor que volaba
lejano.
Y con gracia todas las mañanas
arlequín se lavaba quitándose hasta los tornillos se desarmaba, colocándose la misma
pinta solo la cambiaba las estaciones por que la invernal era blanca con gotas
como de algodón su pantalón era blanco nieve con burbuja de peces.
Y jugando en el parque, una
idea brotaba porque no había un jardinero pero con maestría se puso el overol y
sacando las tijeras de sus manos cortaba el pasto y hacía de sus árboles unos
amigos verdes comenzando con el conejo también estaba el ratón que de vez
encuando encontraba.
Pero una
tormenta llamo al murciélago de ojos luminosos que hizo una entrada de
estruendo porque era enfuriado porque todo era en orden y persiguiendo a este
arlequín no le dejaba escampo por que aunque sus tijeras ya no cortaban
quedando algunas veces el parque en un desorden de hojas que cubrían sus obras
de arte, pero solo bastaba un soplo de su amigo conejo surco para dejar todo su
trabajo al descubierto, durmiendo a veces porque si era de palo el sueño
llegaba pero aprovechando su descanso a veces lo ponían como ganso, saliendo al
lago del parque, pero!bueno le parecía! Que no era tan descabellada la idea.
Y su amigo ratón mer le ayudaba
con sus dientes a hacer también de la leche un pedazo de queso que soñaba
tener , colocándole alguno rama tambien porque parece que se convirtió en una mesa para
tomar el te.
Y el arlequín no podía creer
que tenía casa en montaña y haciéndose una cabaña construyo una casa en el
árbol con escalera para bajar poniéndose a trabajar esperaba traer un poco de
miel para hacer su desayuno con doña gallina que le daba los huevos para ser un
alimento completo.
Y asi continuaban los días con
arlequín que llamaba la noche dibujando las estrellas que eran lámpara, el sol
también estaba con el llegando para florecer su jardín su hada que lo despertaba para
darle el don de tener muchas estrellas y corazón de un hombre que aun era niño
pero que amaba vivir como un palo que hacia mil labores.
Martha del Pilar
Arlequin
eternamente
de palo
se destornillaba
para hacer el
baño
cambiandose
solo en las
estaciones
llevaba la
nieve que
era lana
con burbuja
de peces
que le regalaban
agua
con la hada
que le da
tijeras
en las manos
y un corazón
de niño
creando su
jardín creativo
con un torbellino
que a veces
desordenaba
su andar
en la montaña.
Martha del Pilar
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